7. “…en la ciudad no existen zonas amorfas, o allá donde existen, son momentos de un proceso de transformación, representan por axial decirlo los tiempos muertos de la dinámica urbana.”
Me parece tremendamente sugerente esta cita del italiano, pues explica de una manera simple lo que el llama zonas amorfas, de las cuales tenemos en una buena cantidad en este atomizado territorio que se ha tenido que nombrar como el Gran Santo Domingo luego que sufriera los embates clientelistas del canibalismo urbano que la ha desmembrado en un Distrito Nacional , cuyas autoridades insisten en llamar alcalde al sindico, evidenciando una dependencia cómica a los apelativos recogidos en otras tierras, y no se cuantos municipios.
Si, al decir de Rossi, las zonas amorfas son productos de los tiempos muertos de la dinámica urbana, sugiriendo de cierta forma su provisionalidad, en nuestra ciudad los tiempos muertos de esa dinámica urbana se han apoderado de las permanencias.
Creo que uno de los trabajos de Hércules que se tiene que realizar en Santo Domingo es el de vencer esa inercia permanente del tiempo muerto para reiniciar una dinámica urbana que se ha retirado, en los términos cualitativos que plantea Rossi, ante los avance del inmediatismo en una gestión que se niega repetidamente a si misma.